La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley sobre alivio fiscal para trabajadores monotributistas y autónomos por unanimidad, con 237 votos positivos, 0 negativos y 0 abstenciones. El texto, impulsado por Sergio Massa, y que contó con el acompañamiento de opositores en su presentación, deberá ser ahora tratado en el Senado para su aprobación definitiva.
El interbloque Juntos por el Cambio había llegado a la sesión con un dictamen de minoría, pero producto de negociaciones que se terminaron de cerrar mientras se debatía la iniciativa, se realizaron modificaciones al despacho de mayoría suscripto por el oficialismo para lograr un mayor apoyo. Previamente, el Frente de Todos consultó sobre los cambios al Ministerio de Economía.
Después que la diputada oficialista Mónica Litza leyera las modificaciones al texto, antes de pasar a la votación, el jefe de la UCR, Mario Negri, adelantó el acompañamiento de su interbloque, porque aunque los cambios “no satisfacen cabalmente lo que nosotros creíamos debía ser” hay que “dar una respuesta positiva” a los trabajadores.
Pasadas las 14.30, cuando arrancó la discusión, participaron de una reunión Massa, Litza, Leandro Santoro, Carlos Heller (FdT); Luciano Laspina, Silvia Lospennato (Pro); Margarita Stolbizer (Encuentro Federal); Alejandro Cacace (Evolución Radical) y Alejandro “Topo” Rodríguez (Interbloque Federal) en la que se analizaron las propuestas de cambios.
A partir de la nueva redacción, los montos máximos de facturación para las categorías A, B, C y D se actualizarán en un 60% y el resto -de la E a la K- en 29,12%, como establecía el proyecto originalmente, en función del coeficiente acumulado a junio de este año, y que combina los dos aumentos que hubo en las jubilaciones en el primer semestre.
De acuerdo al texto, los montos máximos para cada categoría serán: $748.382,07, para la A; $1.112.459,83, para la B; $1.557.443,75, para la C; $1.934.273,04, para la D; $2.277.684,56, para la E; $2.847.105,70, para la F; $3.416.526,83, para la G; $4.229.985,60, para la H; $4.734.330,03, para la I; $5.425.770,00, para la J; y $6.019.594,89, para la K.
Además, las categorías A y B estarán exentas del componente impositivo, que representa $288 y $555, respectivamente. Este beneficio aplicará a los monotributistas “puros”, es decir, a aquellos que no tiene otros ingresos, ya sea por jubilaciones, relación de dependencia, rentas financieras o alquiler de inmuebles, por ejemplo.
Con esta exención -que no afecta fondos de obras sociales ni seguridad social, se explicó- se verán beneficiados unos 2,1 millones de monotributistas, el 47% del total. Este punto, que fue propuesto por Santoro, va en línea con lo que proponía el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo en diciembre pasado sobre “Creación del Puente de Inclusión Fiscal al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes”.
La medida busca que los contribuyentes no tengan que saltar hacia una escala mayor, y se estima que serán beneficiados unos 4.498.419 monotributistas de todo el país, lo que representa el 39% en el AMBA y el 61% en el resto de las provincias.
Respecto a los autónomos que están alcanzados por el impuesto a las Ganancias, se estableció una suba de las deducciones a fin de que el mínimo no imponible quede más equitativo o cercano al que aplica a los empleados en relación de dependencia, beneficiados en la última actualización del “piso” de este tributo.
El incremento en la deducción especial, que impactará en 140 mil autónomos, estaba previsto en 2 veces y pasó a 2,5, aunque en este punto Juntos por el Cambio la quería llevar a 3,8. Asimismo, para nuevos profesionales en vez de elevarse en 2,5 veces la ganancia no imponible, se determinó en 3.
El debate
La apertura del debate estuvo a cargo de la diputada Mónica Litza, quien destacó que el proyecto “trae un alivio para un universo muy grande de 5 millones, que son quienes trabajan y tributan como pequeños contribuyentes”. “Tratamos de cuidar los ingresos de los trabajadores y de mantener la integridad de monotributistas y autónomos”, aseguró la oficialista, firmante de la iniciativa. Y apuntó que se “busca corregir ese desacople que hubo por la inflación, que es un fenómeno que afecta a los montos de facturación”.
Luego, el diputado de Evolución Radical Alejandro Cacace señaló que coincidían con el oficialismo en que los trabajadores monotributistas y autónomos son iguales a los que están en relación de dependencia y, por lo tanto, “deben recibir un trato similar en torno a los impuestos que pagan”, pero “esos mismos principios en la práctica no se cumplen”.
Yendo a la letra del proyecto, que finalmente en las negociaciones se modificó, el puntano advirtió que cómo estaba redactado el dictamen de mayoría, los montos máximos de facturación para las tres categorías más bajas del monotributo iban a quedar “por debajo de la línea de pobreza”. “Debe ser mayor el tope de facturación de las categorías más bajas”, reclamó cuando comenzaba el debate, algo sobre lo que finalmente hubo acuerdo.
También señaló que se consideraba “insuficiente” el cambio en la deducción especial de Ganancias para los autónomos, de llevarla a 2, cuando para los trabajadores en relación de dependencia está en 3,8 veces. “A igual capacidad contributiva tienen que pagar igual impuestos”, planteó.
Desde el Pro, el santafesino Luciano Laspina consideró que la iniciativa “no es un alivio impositivo, sino una mayor indexación del régimen”. “Teníamos una indexación anual, y ahora lo estamos adelantando semestralmente, con lo cual hay una decisión política clara por parte del oficialismo, partiendo de la base de que, dado que no pueden bajar la inflación, y que más bien se está acelerando, a pesar de que el último dato mostró una leve baja, y según las proyecciones de Luis D’Elía nos va a llevar a deflación en 10 meses”, expresó.
Con un discurso en el que reivindicó la política tributaria del Gobierno, el oficialista Itaí Hagman observó que “siempre que discutimos un proyecto que alivia la carga tributaria del contribuyente aparece la discusión de que en realidad la presión tributaria es demasiado alta y hay que bajar más impuestos”. En esa línea, recordó que “todas las políticas que generaron un sistema tributario que ha tendido a la regresividad han sido llevados adelante por gobiernos con orientación política liberal”. “Este proyecto va en el sentido de lo que nosotros queremos, que es una estructura tributaria más progresiva”, dijo el porteño.
Fuente: Parlamentario
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