Las autoridades del Banco Central de la República Argentina (BCRA) han venido observando que la firmeza del compromiso del gobierno con la meta de déficit fiscal cero acrecienta la credibilidad en el ancla central del programa económico y afianza un sendero de baja de las expectativas de inflación. La confirmación sostenida de ese compromiso le ha facilitado al BCRA contraer en términos reales aquellos factores que en años anteriores alimentaron crecientes desequilibrios monetarios e impulsaron la inestabilidad inflacionaria.
Este trasfondo fundamental es el que le permite al BCRA comprometerse a reducir a cero el financiamiento monetario del déficit del Tesoro y así avanzar lo más velozmente posible en el saneamiento de su balance. Este proceso resulta crítico para afianzar la independencia de la programación monetaria y reducir su incertidumbre hacia el futuro. La remuneración de sus pasivos financieros es otro de los factores que, estando bajo el control del BCRA, también ha contribuido en años pasados a los desequilibrios macroeconómicos.
La responsabilidad que le cabe al BCRA de limitar la creación de dinero endógena se administra por medio de la tasa de interés de política monetaria, constituyéndose en un ancla complementaria para mantener las expectativas de inflación en una senda descendente. Hoy, el crédito bancario al sector privado en Argentina se encuentra en niveles mínimos históricos. Cabe hacer notar que, a diferencia de economías donde una baja de la tasa de interés expande las fuentes secundarias de creación de dinero a través del crédito bancario, en Argentina predomina el efecto contractivo sobre la expansión primaria de dinero. Es por esta razón, y con el objetivo de continuar reduciendo la creación primaria de dinero y profundizar el proceso de desinflación, que el BCRA dispuso reducir la tasa de interés de los pases pasivos a un día de plazo a 40% de TNA.
Con el objetivo de lograr el cumplimiento de su mandato de estabilidad de precios, el BCRA debe recuperar el funcionamiento normal del conjunto de instrumentos de política monetaria otorgados por su carta orgánica. En los últimos meses, a través de la normalización de regulaciones bancarias, se han ido eliminando subsidios financieros que resultaban en expansión monetaria fuera del control directo del BCRA.
En esta oportunidad, el BCRA retoma su discrecionalidad para intervenir en el mercado secundario de títulos, hasta ahora limitada por precios predeterminados en la normativa (spread del 2%). De esta manera, de acuerdo con lo establecido en el artículo 4 de su Carta Orgánica, el BCRA contribuirá al buen funcionamiento del mercado de capitales y regulará la cantidad de dinero.
La determinación tomada por el Directorio del BCRA hoy es consistente con el anuncio de un programa ordenado de licitaciones quincenales del Tesoro. El programa apunta a construir una curva de tasas de referencia de liquidez de corto plazo del Tesoro, aportando certidumbre respecto a la disponibilidad de alternativas de inversión a los participantes del mercado de capitales.
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