Si bien la cantidad de asalariados registrados privados se fueron recuperando de la fortísima caída que registraron en la peor época de la pandemia tras las medidas de aislamiento, el nivel a finales del año pasado aún no superó el que regía luego del cierre de la administración de Mauricio Macri, situación que el oficialismo calificaba como “tierra arrasada”.
Así surge de los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) procesados por el Ministerio de Trabajo a diciembre de 2021 cuando se registraron 6.013.700 asalariados registrados del sector privado contra los 6.020.700 que había a fines de 2019. Es decir, aún restan recuperar 7000 puestos para equiparar a la era Macri.
En tanto, a diciembre pasado los empleados públicos ascendieron a 3,4 millones (un aumento del 3,9% respecto del mismo mes de 2020); el personal de casas particulares, a 471.000 (una disminución del 0,3% frente a 2020); los monotributistas, a 1,7 millones (crecieron 7,1% en relación a diciembre de 2020); los trabajadores autónomos, a 376.000 (un 0,3% menos que en 2020), y los monotributistas sociales, a 440.000 (lo que equivale a una variación interanual de 24,6%).
El economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Juan Luis Bour, dijo que la dinámica está dada por una recuperación del empleo privado producto del rebote del PBI, “que no te devuelve a 2019″. Lo más interesante, dijo, es que el empleo público siguió creciendo en el mismo período (sumó 135.000 puestos).
“En 2021, el empleo público creció casi 4%; los monotributistas, 7% y los monotributistas sociales, 25%. La creación de empleo es de baja calidad. No digo que el monotributista sea de por sí de baja calidad, porque hay muchos que tienen además una relación de dependencia, pero algunos, y más que nada el monotributista social, está en el límite de la productividad mínima. Crece el empleo fuera del contrato laboral tradicional y muy poco el asalariado formal privado, al punto que necesitaste un crecimiento del PBI del 10% para que creciera 3,2% en un año. Si se mantuviera esta relación y este año crecieras al 2%, aumentaría un 0,7% y el empleo crecería por otro lado, ya sea vía el empleo informal o monotributista”, explicó el especialista.
El economista de la consultora EcoGo Lucio Garay Méndez coincidió en que la actividad económica ya volvió a niveles de fines de 2019, pero el empleo formal todavía no lo hizo, ya que la recuperación del empleo asalariado registrado se produce a un ritmo más lento.
“En el contexto de pandemia se introdujeron rigideces al sector registrado, cómo la doble indemnización o la prohibición de despidos, que redujeron los incentivos a contratar personal mediante esa modalidad, lo que explica en parte la diferencia de velocidad en la recuperación de empleo registrado versus actividad. Asimismo, otra de las variables que juega un rol importante en esta lenta recuperación son las expectativas. En los últimos meses, con un Gobierno sin un plan macroeconómico y sin muchas pistas sobre qué iba a pasar con el FMI, se creó un nivel de incertidumbre que también atentó contra la creación de empleo formal”, detalló.
“En una economía en desarrollo como lo es la nuestra, la brecha que cierra esa diferencia en la recuperación en la actividad y en el empleo asalariado registrado es el empleo informal. Es por esto que la tracción durante los últimos meses se dio de la mano de los asalariados no registrados y los independientes”, agregó.
En el Ministerio de Trabajo dijeron a LA NACION, que “en diciembre de 2021, el empleo asalariado registrado del sector privado consigue superar el nivel observado antes de la irrupción de la pandemia en la Argentina [febrero de 2020]”. Sin embargo, en nivel sigue por debajo de 2019.
“Esta situación es el resultado de las políticas públicas implementadas para sostener el empleo formal durante el año 2020 y la dinámica expansiva del empleo a lo largo de 2021.
Hay evidencias solidas que muestran la consolidación en los últimos meses de un proceso de crecimiento del empleo asalariado formal privado. Entre septiembre y diciembre de 2021, los últimos cuatro meses disponibles, la tasa de crecimiento del empleo osciló entre el 0,3% y el 0,5%. A modo de ejemplo, en los cuatro años comprendidos entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, el mayor crecimiento mensual del empleo registrado fue del 0,2%”, agregaron.
Por rubros
Con respecto a la evolución del empleo sectorial, las ramas de actividad que mostraron mayor dinamismo en la medición interanual fueron construcción (+16,5%), hoteles y restaurantes (+6,1%), explotación de minas y canteras (+5%) y actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+4,5%), mientras que el rubro de intermediación financiera terminó por debajo del año anterior (-1%).
El crecimiento del empleo fue generalizado entre las jurisdicciones nacionales, ya que las 24 provincias mostraron variaciones positivas si se compara diciembre de 2021 contra el mismo mes de 2020: Catamarca (13,2%); Neuquén, (7,2%); Formosa (6,9%); San Juan (6,8%); y Santa Cruz (5,4%).
Con relación al período previo al inicio de la pandemia (febrero de 2020), 17 provincias lograron recuperar los niveles previos. Entre las que mostraron el mayor dinamismo se encuentran Catamarca (+7,5%), Tierra del Fuego (+7,3%), Formosa (+6,1%), Misiones (+5,1%), San Luis (+3,4%), Chaco (+2,8%), y La Pampa (+2,6%). En el grupo de provincias que aún no alcanzó el empleo de febrero de 2020 se encuentran Mendoza (-3,1%), Capital Federal (-2,5%), Jujuy (-2,3%), Neuquén (-2,1%), Chubut (-1,1%), Salta y Tucumán (-0,9%).
Por último, la remuneración nominal bruta promedio alcanzó a los $161.123 en diciembre de 2021 y creció un 55,9% en relación al mismo mes del año anterior. Por su parte, la mediana de la remuneración bruta fue de $122.140 y aumentó un 52,4% en la comparación interanual.
Fuente: La Nación
https://www.lanacion.com.ar/economia/el-empleo-privado-de-calidad-se-recupero-el-ano-pasado-pero-no-logro-superar-el-nivel-de-2019-nid08032022/
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