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La letra chica del informe del FMI

El ministro Sergio Massa, junto a sus principales colaboradores, viaja este martes a Washington para asistir a la reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional. Lleva como antecedente el último informe técnico sobre la Argentina del que surge una explícita aprobación a lo actuado por el nuevo equipo que comanda el Palacio de Hacienda, pero también con numerosas advertencias y requisitos porque “la situación sigue siendo frágil y los riesgos del programa siguen siendo muy elevados”. De la lectura de las 109 páginas del staff report surgen los siguientes datos:


Profundizar el programa

“Una implementación más decisiva del programa sigue siendo esencial para reducir las incertidumbres, reconstruir la credibilidad de las políticas y mantener el programa como ancla”. El Fondo considera que “Las políticas macroeconómicas estrictas no solo son necesarias para asegurar los objetivos clave del programa, sino también para moderar gradualmente la demanda interna, abordar la alta inflación persistente y evitar un ajuste desordenado”.


Hay riesgo y peligro real de una recesión mundial el próximo año, dijo David Malpass, titular del BM.


En este sentido, el FMI rescata a la nueva conducción: “Ante una crisis cada vez más profunda, el nuevo equipo económico comenzó a adoptar medidas audaces para estabilizar la economía y reconstruir la credibilidad de las políticas”.


También advierte que: “Incluso con un endurecimiento de las políticas macroeconómicas, reconstruir la credibilidad de las políticas y reducir la inflación será un desafío, especialmente dadas las persistentes dudas sobre las diferencias persistentes sobre la dirección de las políticas económicas dentro de la coalición gobernante”.


“La alta inflación persistente y el menor crecimiento podrían exacerbar el descontento social y debilitar el apoyo político al programa. Estos riesgos podrían aumentar antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2023, en caso de que se intensifiquen las presiones sobre el gasto y los salarios, y surjan dificultades para implementar las reformas planificadas de subsidios y asistencia social y para asegurar las tasas de renovación de la deuda interna”.


Presiones inflacionarias

Si bien el informe asume que este año la inflación culminará en torno al 85% y que en el 2023 será de 60%, de todas maneras advierte que:


“Las presiones subyacentes siguen siendo fuertes (la inflación núcleo se situó en 6,8% mensual) y las expectativas de inflación siguen sin anclarse. Mientras tanto, la demanda de dinero real se ha contraído aún más, con la base monetaria alcanzando el 5% del PIB, sus niveles más bajos desde 2023”.


“Se proyecta que la inflación caerá muy gradualmente durante el resto de este año y el próximo, de alrededor de 5% para fines de 2022 a alrededor de 3,5% para fines de 2023”. Meta para este año que está por debajo de las últimas estimaciones del REM.


En lo que se infiere como un programa de estabilización gradual, el organismo proyecta una inflación alta para los próximos años: sería de 44% anual en 2024, de 40% en 2025, de 35% en 2026 y de 30% en 2027.


Dólar atrasado

El informe señala que, aunque la tasa de devaluación oficial ha aumentado, “se mantiene por debajo de la inflación, lo que lleva a una mayor apreciación del tipo de cambio real” que calcula en hasta un 12% adicional desde fines de 2021.


En tanto, en relación a las reservas, el staff advierte que: “Las reservas internacionales netas después de excluir las líneas swap y los encajes sobre los depósitos de divisas se ubican en torno a los US$2.000 millones (equivalentes a algo menos de un mes de importaciones), con reservas líquidas en territorio negativo”.


Para el período del programa, se espera que los excedentes comerciales acumulados proyectados (US$ 39 000 millones) y las entradas netas de inversiones extranjeras (US$ 27 000 millones) compensen con creces las obligaciones de la deuda externa neta y permitan una acumulación de reservas internacionales (definición del programa) de aproximadamente US$ 15 000 millones.


Respecto de la deuda, el trabajo indica que ““La deuda pública de Argentina es sostenible pero no con alta probabilidad”.


El FMI, cuyo programa busca garantizar el repago del préstamo, advierte que estas obligaciones de la deuda con el organismo “seguirían siendo muy grandes en el mediano plazo, alrededor del 6,2 % de las exportaciones, o el 11% de las reservas brutas”.


Gastos en turismo

Uno de los puntos que remarca el trabajo es la salida de divisas por turismo. Al respecto, el equipo económico estaría por anunciar un dólar diferencial para encarecer los gastos en el exterior. En este sentido, el FMI advierte: “El déficit turístico neto hasta agosto saltó a US$2700 millones (en comparación con US$900 millones en 2021), mientras que el déficit de servicios no turísticos se amplió a US$5900 millones (un 130 % más que en 2021), impulsado principalmente por las importaciones de servicios relacionados con las importaciones de bienes”.


En el mismo sentido, pone el foco en el fuerte crecimiento de las importaciones: “Las importaciones de bienes no energéticos aumentaron considerablemente, reflejando en parte un fuerte crecimiento del volumen de importaciones (16,6 %, a/a), muy por encima del crecimiento del PIB real, ya que un tipo de cambio real más fuerte junto con una brecha cambiaria alta y creciente se sumaron a la inusualmente fuerte importación. elasticidad del crecimiento”.


Ajuste

El informe insiste en la necesidad de llevar a cabo el ajuste en el gasto público que, en un año electoral, algunos especialistas temen -e incluso el propio Fondo- sea muy difícil:


“El ajuste subyacente se estima en 0,9% del PIB, Las políticas que sustentan el ajuste fiscal en 2023 incluyen: (i) reducciones en los subsidios ( 0,5% del PIB), principalmente en el sector energético, y también con algunos ahorros en los sectores de agua y transporte; (ii) la racionalización de la asistencia social (0,7 % del PIB), lo que refleja una reversión de los bonos de emergencia y esfuerzos para reducir la superposición de beneficios e incentivar la entrada al mercado laboral; y (iii) restricciones continuas en los salarios del sector público (incluso a través de un congelamiento en la contratación del sector público), transferencias a provincias y empresas estatales, y adherencia a la fórmula de indexación de pensiones.”


“Si bien se prevé que el gasto en pensiones disminuya como porcentaje del PIB en 2023, en consonancia con la fórmula de indexación vinculada al crecimiento anterior de los salarios y los impuestos sobre la nómina, se espera que el gasto se recupere a mediano plazo y siga representando entre el 35 y el 40 % del total del gasto del gobierno federal.”


Tarifas

El trabajo del staff considera que “Si bien el esquema de segmentación representa un importante paso adelante en la mejor focalización de los subsidios a la energía” aunque solicita que “se podría fortalecerse aún más en el futuro”.


Para ello se propone: “Mejorar de la base de datos. La política está respaldada por una nueva base de datos (RASE) de consumidores de energía que auto declaran sus ingresos y activos” con el propósito de reducir “el número de consumidores no registrados”


Otro aspecto que señala es vincular las tarifas a los costos. “Para los usuarios que continúan subsidiados, los aumentos en el precio de la energía podrían vincularse a los costos en lugar de a los salarios, lo que podría conducir a mejoras más ambiciosas en la recuperación de costos”.


Y cuestiona los actuales techos de consumo a partir del cual se comienza a pagar sin subsidios (400 kw) y, propone: “topes de consumo menos generosos. El techo de consumo para los consumidores de ingresos medios es bastante generoso y podría reducirse en el futuro, mientras que también podría introducirse un techo para los consumidores de ingresos bajos para fomentar la eficiencia energética.”


Asimismo, considera que se otorgan subsidios a una población muy grande: “también podría reconsiderarse la composición de los tres grupos (es decir, la proporción de usuarios en la categoría de bajos ingresos sigue siendo relativamente grande)”.


Acumulación de deuda interna

Respecto de la deuda interna, el trabajo indica que “han aumentado los riesgos de vencimiento y de divisas y ha dado lugar a una acumulación notable de amortizaciones que vencen antes de las elecciones presidenciales (junio-agosto de 2023). Recomienda en este sentido: “crear reservas de efectivo (incluso aumentando la frecuencia de las emisiones a corto plazo) y reanudar la emisión de valores a más largo plazo a medida que las condiciones permitan impulsar las renovaciones hasta 2024”.


Para lograrlo sostiene que se necesita: “ampliar el universo de inversionistas”; implementar un plan de endeudamiento anual bien coordinado; y desarrollar una estrategia de deuda de mediano plazo.


Y, condiciona que el logro de las metas de financiamiento neto en pesos (de alrededor del 2,5% del PIB en 2023) dependerá en última instancia de la implementación firme del plan de consolidación fiscal y la aplicación continua y decisiva del marco mejorado de política monetaria y cambiaria”.


El equipo del Fondo plantea “un repunte en el financiamiento oficial y una tasa de renovación algo más alta de la deuda interna de 130 % (frente al 125 % en la primera revisión) para respaldar una reducción en el financiamiento monetario del déficit fiscal (de 0,8 % del PIB en 2022 a no más de 0,6 % del PIB en 2023).”


Continuando un concepto de anteriores informes respecto a las tasas, señala que “las tasas de interés reales nacionales aumentarán gradualmente del 2 % en 2022 al 4,5 % para 2028”.


Reformas pendientes

El informe plantea que se realizarán distintos estudios para encarar reformas estructurales.


Sistema Jubilatorio

“Se está realizando un estudio liderado por el Ministerio del Trabajo para identificar opciones de reforma del sistema jubilatorio”. Este trabajo debe concluirse para fines de diciembre de 2022.


Impuestos

Plan para fortalecer el cumplimiento de los ingresos impositivos (fines de 2022)


Energía

Estrategia para mejorar la sostenibilidad y eficiencia del sector energético (fines de 2022);


Reevalúo inmobiliario

Fines de marzo de 2023.


Programas de Ayuda social

Evaluación a los efectos de lograr una mejor asignación del gasto (marzo 2023)


Controles de divisas

Una hoja de ruta para eliminar gradualmente los controles de divisas (fin de junio 2023)


Control de la evasión

Finalizar un análisis integral de brechas de cumplimiento para impuestos clave y desarrollar un plan de acción para la segmentación de la base de contribuyentes”. Este trabajo no se cumplió a fines de agosto de 2022 y el objetivo fue restablecido a fines de diciembre.


En temas impositivos el Fondo admite que se está trabajando en:


Revisar “los costosos incentivos fiscales corporativos”;

Fortalecer la recaudación de impuestos sobre la propiedad,

Mejorar los impuestos sobre el patrimonio personal (bienes personales),

Mejorar la base de datos de la administración tributaria al conectar los catastros provinciales y los registros de impuestos sobre la propiedad con los números de identificación de los contribuyentes federales, inicialmente para el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires”.


Fuente: Ámbito Financiero



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