Con la presentación del proyecto de presupuesto, se conoció el monto de la recaudación tributaria prevista para 2022 y 2023 y el Producto Bruto Interno (PBI) proyectado de lo cual puede obtenerse el peso relativo de la recaudación en la economía. Según cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la presión tributaria consolidada sería del 29% del PBI este año y del 28,6% del PBI el próximo.
Ello significa que, en 2023, la presión tributaría estaría 0,8 puntos porcentuales del PBI por encima de la registrada en 2019 y 2,5 puntos porcentuales debajo de la efectiva de 2015.
De esta manera, en 2023, la presión tributaria consolidada concretaría un período de cuatro años con un nivel prácticamente estable alrededor del 29% del PBI. Esto es más de 10 puntos porcentuales más que 2002 (18,4%).
De cumplirse las proyecciones del proyecto de presupuesto 2023, los tributos que ganarían mayor participación en la estructura tributaria con respecto a 2015 serían los Derechos de exportación (+2,7 puntos porcentuales), que pasarían de representar el 4,9% de la recaudación en 2015 al 7,7% en 2023, y el IVA (+2 p.p.), que en 2015 concentraba el 27,6% de los recursos y en 2023 alcanzaría el 29,6%. A estos tributos les siguen Bienes personales, Derechos de importación y Créditos y débitos bancarios, que aumentarían su participación en 0,8 p.p., 0,7 p.p. y 0,7 p.p., respectivamente. Por último, cabe mencionar al impuesto PAIS que se creó a fines de 2019 y que el gobierno nacional espera que en 2023 represente el 1,2% de los recursos tributarios nacionales totales.
Por el otro lado, los tributos que perderían participación en la estructura tributaria respecto al 2015 serían Aportes y contribuciones, Ganancias y Combustibles. Respecto a los recursos de la seguridad social, pasarían del 26,1% de la recaudación tributaria en 2015, al 23,4% en 2019 y al 21,7% en 2023, de modo que experimentarían una reducción de 4,33 p.p. en su participación.
Por su parte, Ganancias y Combustibles reducirían su participación en 2 p.p. y 1,5 p.p. cada uno. Mientras el primero pasaría del 24,8% al 22,8% entre el 2015 y el 2023, el segundo lo haría desde el 3,7% al 2,2%.
En cuanto a las provincias, el gobierno nacional considera que la presión tributaria provincial se mantendría en el 5% en 2022 y que tendría una pequeña disminución en 2023 (4,9% del PBI). En definitiva, no se prevén grandes cambios en la recaudación tributaria provincial.
Fuente: La Nación - IARAF
Comments