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Por lo que rinden los bonos en dólares, la deuda argentina ya se parece a un esquema Ponzi

Cuando en agosto de 2020 se anunció el cierre del canje de bonos de la deuda en dólares en manos de acreedores privados, al que adhirieron cerca del 100% de los bonistas, se habló de la operación más exitosa de la historia. Se reestructuraban deudas por 100.000 millones de dólares, con una ínfima quita de capital y una reducción en los cupones de intereses que representaban un ahorro cercano a los 37.000 millones de dólares.



En enero de 2022, en medio de la puesta al día de las negociaciones con el Fondo Monetario que el ministro Martín Guzmán hizo ante un grupo de gobernadores, se volvió a recordar el éxito del canje. Aunque el panorama ahora es distinto. Los bonos canjeados rinden hoy cerca del 30% anual.


Es lo que cantan los datos, al viernes pasado, de la tabla que diariamente ofrece al mercado el informe de Instituto Argentino del Mercado de Capitales.


Si el Gobierno considera que aquella operación de canje de deuda fue un éxito se puede inferir que también piensa que no habrá un nuevo default. Si eso fuera cierto, los bonos argentinos serían la mejor inversión del mundo, dado el retorno que obtendría quien los compre hoy 30% anual, en dólares, garantizados por un gobierno que asegura que no va a defaultear. ¿Alguien escuchó hablar en estos días de las estafas armadas alrededor de lo que se conoce como esquema Ponzi? Garantizan rentabilidades parecidas.


Desde ya, que los bonos argentinos no son un esquema Ponzi. Pero los precios de los bonos y la rentabilidad que ofrecen -en un mundo donde países como Perú o Uruguay pueden colocar deuda a 10 o más años, en moneda dura al 3% anual- hablan por sí solos. Argentina marcha a un nuevo default. Dicho esto a menos de dos años desde “la reestructuración más exitosa de la historia”.


El Gobierno se aferra al logro de haber ahorrado miles de millones de dólares por el pago de intereses. Pero esa es, si se quiere, la parte menos determinante del canje. El canje de bonos debía servir para balizar el regreso de la Argentina al mercado internacional de capitales. El que le permita tomar deuda para refinanciar vencimientos. Porque cuando llegue la hora de pagar el capital de los bonos -la primera cuota se debe pagar el Día de la Independencia de 2024- o se ponen los dólares sobre la mesa, como hacen los países que no tienen crédito, o se refinancian, haciendo rollover, como hacen el 99% de los países, desde Estados Unidos a Perú, por ejemplo.


Argentina tiene cero chance de hacer rollover. Pero también cero chance de hacer el pago cash. Imposible creer que esto forme parte del "milagro argentino" del que habló el economista Joseph Stiglitz.


Es un problema que ya es real y concreto. El próximo gobierno, sea del signo que fuere, deberá encarar otra vez una reestructuración forzosa de la deuda. El riesgo país de estos días, acercándose a los 1.900 puntos, es una señal inequívoca de que el mercado ya asumió en los precios de los bonos el evento que esperan para el 2024, como muy tarde.


También hay que destacar que el ahorro de los intereses no impidió que el stock de la deuda siguiera creciendo. Sin acceso a dólares, el Tesoro está embarcado en un proceso de hiper endeudamiento en pesos. En moneda dura, la deuda subió en 40.000 millones de dólares durante el gobierno de Alberto Fernández. Los voceros oficiosos dicen que el problema es menos grave porque lo que crece es la deuda en pesos.


Es una aclaración que invita a pensar que la deuda en pesos se puede refinanciar más fácilmente o, en el peor de los casos, licuarla. Igual, el grueso de las emisiones son en bonos en pesos atados a la inflación o dólar link. Otro punto a tener en cuenta. Los que compran deuda en pesos están ganando mucho en dólares, tomando en cuenta que el tipo de cambio -oficial o paralelo- creció en el último año mucho menos que la inflación.


Otra vez: el Gobierno está empecinado en hablar de un canje exitoso. Lo dijo en 2020 y lo repite hoy. Es el gobierno que conduce Alberto Fernández, quien el jueves pasado felicitó a Guzmán por la curva descendente de la inflación, minutos después de que el INDEC informara que la inflación de 2021 resultó 16 puntos más alta que la de 2020. El mismo presidente que sale al mundo a proponer una nueva arquitectura financiera internacional.


Fuente: Clarín


https://www.clarin.com/economia/mira-rinden-bonos-dolares-deuda-argentina-parece-esquema-ponzi_0_JuudMacAw.html

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