En el Gobierno y las distribuidoras hay preocupación sobre posibles cortes de luz para este jueves. Se estima que la temperatura será tan elevada como la del martes. Con récord de consumo, el temor en el Poder Ejecutivo es que se reiteren las interrupciones de suministro del martes. Los problemas de ese día también expusieron ciertos desacuerdos en la coalición oficialista sobre el manejo de una crisis.
El Gobierno ya anunció que la suba de tarifas de luz y gas será de entre 17% y 20% durante 2022. Viene más rápido con las recomposiciones tarifarias en gas que en luz. Para los aumentos de gas, ya hay convocadas dos audiencias públicas para enero. En el caso de la luz, aún no arrancaron con ese procedimiento. La decisión de subir las boletas de gas está más avanzada que con luz. En verdad, los aumentos de energía eléctrica aparecen ahora demorados, al menos hasta que se supere esta crisis.
Según fuentes oficiales, Energía trabajará para cumplir con el presupuesto 2022 enviado por Economía (rechazado por el Congreso) que prevé una reducción de subsidios. Se estima que los mismos superaron los US$ 12.000 millones en 2021 y deberían bajar a US$ 9.000 millones en 2022. Para eso, habrá que aplicar aumentos a luz y gas adicionales a la banda del 17%-20% que ya fue anunciado.
Los trabajos relativos a la "segmentación", que en el sector son seguidos por atención, fueron postergados para febrero. La prioridad del momento es reforzar la capacidad de generación. Eso implica que máquinas que están fuera de servicio puedan entrar en el sistema más rápido en caso de cortes. "La prioridad de Cammesa ahora es esa. La discusión de subas se posterga a la espera que la situación se encuentre más estable", dicen fuentes privadas.
Acostumbrado a criticar a Edesur, en el Gobierno hubo sorpresa porque el corte viniera de Edenor. Esta distribuidora suele tener pocas interrupciones en su área de concesión. "Está todo al límite. Se está importando desde Brasil", comentan en las empresas. El Enre difundió como actuales multas a Edesur de 2017, como una forma de mostrar severidad.
Con 700.000 usuarios sin luz, el primero en comunicar que había un incendio fue el ente regulador (el Enre), que depende del Gobierno, antes que la propia empresa (Edenor). El secretario de Energía, Darío Martínez, fue a la central que había salido de operación -porque había fallado una línea de alta tensión- a mostrar que estaba personalmente dedicado al asunto.
La mayoría accionaria de Edenor fue comprada por un grupo empresario encabezado por José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti. Ese consorcio recibió la luz verde del Enre para comenzar a operar la compañía.
En el mercado sostienen que los nuevos propietarios tienen diálogo fluido con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y el presidente de la cámara de Diputados Sergio Massa, que no poseen los dueños de otras distribuidoras.
La versión del incendio como causante de los problemas en la línea de tensión fue refutada por la municipalidad de San Martín, donde efectivamente ocurrió el incidente. Fue en Eva Perón al 6900, según informó el diario La Nación.
La interrupción del martes en Edenor arrastró a Aysa. Cuando se comenzó a cortar el agua en los hogares afectados, la dirección de esa empresa estatal -encabezada por Malena Galmarini, la esposa de Sergio Massa- preparó un comunicado donde se despegaba de la situación. "Los sistemas de bombeo son electrodependientes". afirmaron.
El Gobierno nombró una “veedora” en Edesur, frente a los cortes de fin de año, y el martes hubo intercambio de llamados con Edenor para monitorear la situación y los tiempos de la solución. La distribuidora restableció el servicio al 80% de los clientes hacia la noche.
Energía tiene previsto aplicar una “segmentación”, con la quita de subsidios para los sectores de mayores ingresos. Ese proceso tiene que ser implementado por la secretaría de Energía en acuerdo con el ministerio de Economía. Eso requerirá un entendimiento entre el ministro Martín Guzmán y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
El primero quiso la renuncia del segundo a mediados del año pasado, desatando una crisis política en la coalición de Gobierno. Basualdo sigue a cargo de las tarifas, mientras que Economía dice buscar la reducción de subsidios.
“Las altas temperaturas y la alta demanda de redes son indudablemente las causas de los cortes”, dice Gerardo Rabinovich, director de Emesa (la distribuidora de Mendoza), vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” y ex director general de Control de Gestión en el ministerio de Energía entre 2016 y 2017.
“Pero parafraseando a Albert Einstein: si haces las mismas cosas no esperes resultados distintos”, explica. “Tarifas congeladas, entes reguladores del AMBA intervenidos y el Ejecutivo, léase Secretaría de Energía, distraído frente a un evento que tenía una gran probabilidad de ocurrencia. Nos recuerda a los años 2013-2015. Es muy probable que este verano tengamos que atravesar problemas similares o peores ya que las redes se han vuelto a descuidar y las inversiones necesarias no se hacen para mejorar el estado del sistema”, advierte.
“En Cammesa hay muy buenos profesionales, pero el manejo político està siempre por sobre lo técnico”, dice un ex funcionario que pide no ser identificado.
“La demanda máxima fue bien cubierta por la generación, que de acuerdo a Cammesa contaba con una reserva apreciable para hacer frente a esta demanda Y aún más; a reserva rotante en el pico fue de 2,000 MW”, puntualiza Rabinovich.
Fuente: Clarín
Comments